escribiré todo en minúsculas porque estoy en contra de todo. (uy!!!)
la modernidad trajo consigo ese afán de buscar reglas, de medir todo, de controlar todo.
medimos el tiempo: los milenios, siglos, décadas, años, meses, días, minutos, segudos, décimas de segundos.. y así, hasta llegar al instante. ¿de verdad se pueden medir los instantes?
sugiero que en lugar de preocuparnos por la exactitud de nuestros relojes, volvamos a aquella concepción de tiempo primitiva: días como amanecer y anochecer. punto. años festivos cada 56, cuando acaba el ciclo de los dioses.
vamos a ver.. ¿sería mejor?
una sociedad que se preocupe por permanecer ahora viva, luego por garantizar la vida futura, y rescatar lo mejor del pasado. utópico, cierto. utópico.
ahora bien, apartir de ahora ya no son días los que vivimos. es el tiempo continuo. un mismo vector. adiós a la división. bienvenida continuidad.
28 marzo 2009
22 marzo 2009
with sickness

Actualmente, siento mi mente tan confusa, que no tengo siquiera la certeza de que lo que escribiré a continuación es genuino, es decir, si ella, en su estado más común, acepta esas ideas como propias y confiables.
No recuerdo la última vez en que no estuve enfermo ni desvelado. Recuerdo que esos momentos los agradecí sobremanera y traté de disfrutarlos mucho. Ahora el malestar se ha vuelto costumbre, en sus diferentes disfraces, físico y mental, interno y externo, a veces las criaturas que habitan mi mente, otras las personas detestables con las que mi debilidad me ha forzado a convivir.
Mi intento por socializar ha fallado de nuevo. Vuelvo a mi estado de aislamiento.
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