Los últimos destellos de pensamiento que me han llegado sobre el tema de la indiferencia y el disgusto por la vida, es que estas sensaciones surgen en la medida en que nos volvemos estériles creativos. Tal vez olvidamos, tal vez lo escondimos hace tiempo, pero nuestro distinción, nuestro privilegio, más bien nuestro deber, el que nos acerca a la divinidad, es el de crear, inventar, cada vez más me convence de que es la única cosa que puede realinear nuestra percepción y devolvernos nuestro estatus de ser 'humano' (en el sentido pensante de la palabra).
Hablando de tan trillado concepto (creatividad), espero que no se confunda en este texto con la acción de revolver conceptos e ideas de otras personas y libros para obtener un monstruo de Frankenstein y llamarlo falsamente invención. Desafortunadamente es un escondite muy bueno para aquellas personas pertenecientes a la "esterilidad" que he mencionado.
11 enero 2009
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1 comentario:
Me desahogo en todos lados.
Jajaja, en el sentido lacrimoso. =)
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