30 noviembre 2012

Bottom of the world

Estoy escuchando de nuevo Bottom of the World, de Tom Waits. Se me enchina la piel con el tono de su voz en esa canción y la primera estrofa me gusta muchísimo. Un niño de 13 años viajando sólo y a su manera.

Kinda useless as me

Hace ya casi un mes que defendí mi tesis. Tanto la defensa como la elaboración de mi tesis fue accidentada, chafa, con errores simples y bobos. Los días que siguieron me los pasé deprimido, sin poder asimilar el hecho de que me aprobaron con un trabajo mediocre. Poco a poco esa sensación de malestar fue amainando, o quizá sólo se fue escondiendo en mi memoria, ya que la he sentido una que otra vez recientemente. De todas formas, la depresión fue aminorando y hasta me sentí optimista  con respecto a la opción de ingresar a un doctorado en una buena escuela y publicar un buen artículo con el trabajo de mi tesis. Sin embargo, del optimismo caí en la presuntuosidad sin darme cuenta.

Hoy tuve una conversación que me abrió los ojos. Me hizo darme cuenta de que tomo el doctorado muy a la ligera y que aquello que me llamaba la atención en cuanto a investigación está muy alejado de mis capacidades. En pocas palabras, no estoy preparado para un doctorado. No sé si llegue a estarlo algún día. Quizá la pereza y la distracción que me caracterizaron este año sean un indicio de que he llegado a mi límite y es hora de buscar una ocupación más sencilla. No sé. Me siento inútil. Alguien ya dígame cuál es mi lugar.