27 mayo 2011

Gonna hate

Creo que es el hambre que habla por mí. Sin embargo, veámoslo como una re-alineación temporal de percepción.

Detesto los ídolos (divinidades, futbolistas y demás tonterías) y las estúpidas personas que se obsesionan con ellos >.<. El mundo sería mejor y más eficiente si las personas controlaran sus emociones y tuvieran una autoestima suficiente como para no buscar su felicidad a través de mitos. Se ha hecho tanto daño al mundo, se ha desperdiciado tantos recursos a través de tantos años que hasta da vergüenza, en favor de cosas cuya prueba de existencia no existe.

Sí, es difícil aceptar la idea de que vamos a morir y que quizás no haya nada después de la muerte más que tu cuerpo descomponiéndose dentro de alguna costosa caja de madera.

Sí, ese ente que adoras tiene cualidades impresionantes, muy vistosas y bonitas; mete muchos goles y es atractivo. Pero no tiene nada que ver con tu vida y su éxito no esconde tu fracaso y mediocridad.

Sí, existen nubes, piedras y comida que casualmente tienen la forma de eso que adoras. Hay cosas antiguas que alguna o algunas personas crearon que afirman que existe. Aun así, eso sigue sin ser una prueba.


La vida continua mientras deba continuar y mientras la valores y la cuides. Vale la pena adorar la vida porque está ahi y se puede disfrutar a pesar de rechazar los ídolos. No hace falta mirar hacia afuera del mundo y de la realidad buscando felicidad. La felicidad y la redención están en el mundo real, actual, perceptible.

No hay comentarios: