14 abril 2012

Hombre ciempiés

Hace unos días puse de 'portada' en facebook una imagen de un ciempiés con mi cara sobrepuesta en donde debería estar la amigable cara del insecto. Días después, Ana, una chava de Colombia, me comentó que a la mayoría de las chavas les desagradan los ciempiés. Yo respondí jugando que debería cambiar la imagen por una con un conejito o algún animal adorable, para serles más de su agrado. Ella contestó que debería dejar la imagen del ciempiés, con la esperanza de que alguna chava loca amante de los ciempiés encontrara mi perfil.

Ahora que me siento como un patético inadaptado, recordé esa conversación y me gustó mucho. Pero, ponerme a buscar a la chica que ama a los ciempiés es totalmente inútil.

Hace unos días terminé de ver el documental acerca de Paul Erdöz. Un ancianito excéntrico y solitario, sin esposa ni hijos, deprimido por la muerte de su madre. Ese estilo de vida lo podemos encontrar también en Edward Gorey. Ahora, ese futuro suena mucho más factible para mí, la excentricidad y el aislamiento que la acompaña. Sin embargo, me gustaría tener el talento que ellos tuvieron, al menos como remedo de justificación, así como para tener un medio de ganarme la vida en mis últimos años.

1 comentario:

elisucha dijo...

1) todos estamos solos hasta el fin de los tiempos

2) tu imagen del ciempiés es genial, si pones conejos o flores (cosas que les agradan a las chicas) dudaría de tu orientación sexual de forma momentánea.